Un entrenamiento de cardio se centra en mejorar la resistencia cardiovascular y la salud del corazón mediante ejercicios que elevan la frecuencia cardíaca. Las rutinas suelen incluir actividades como correr, saltar la cuerda, ciclismo y clases de aeróbicos. Este tipo de entrenamiento ayuda a quemar calorías, mejorar la capacidad pulmonar y aumentar la energía diaria.

Un entrenamiento de core se enfoca en fortalecer los músculos del abdomen, la espalda baja y los oblicuos. Las rutinas suelen incluir ejercicios como planchas, abdominales, elevaciones de piernas y ejercicios con balón medicinal. Este tipo de entrenamiento mejora la estabilidad, el equilibrio y la postura, además de contribuir a un núcleo fuerte y tonificado.

Un entrenamiento de tren inferior se enfoca en fortalecer los músculos de las piernas y glúteos, incluyendo cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y pantorrillas. Las rutinas suelen incluir ejercicios como sentadillas, estocadas, peso muerto y elevaciones de talones. Este tipo de entrenamiento mejora la fuerza, la estabilidad y la potencia en la parte inferior del cuerpo.

Un entrenamiento de tren superior se enfoca en fortalecer los músculos de la parte superior del cuerpo, incluyendo pecho, espalda, hombros, y brazos. Las rutinas suelen incluir ejercicios como flexiones, dominadas, y levantamiento de pesas. Este tipo de entrenamiento mejora la fuerza, la postura y la definición muscular en la zona superior del cuerpo.